Llevo más de 15 años dedicándome a esta profesión y más de 5 años intentando explicar a mis clientes y no clientes qué ocurre con el tomate.
Muchos me preguntáis ¿Qué fue del tomate de antes? Dónde está aquel fruto que cambiaba de color cuando maduraba y esparcía ese olor característico a huerto, del que se extraían las semillas para volver a plantarlas, pero tan difícil de encontrar hoy en día…
Efectivamente, en la actualidad de lo que disponemos, es del tomate de invernadero, que se obtiene por el cultivo extensivo e intensivo del tomate. Es ese tomate que podemos adquirir en cualquier momento del año, redondo, duro como una bola de billar y capaz de aguantar en nuestra nevera tanto tiempo, que le saludamos cada vez que abrimos la puerta del frigorífico. Por fuera parece un tomate sí, pero en cuanto a su sabor deja mucho que desear.
El cultivo en invernadero ha determinado además, que en los últimos años se haya potenciado el tomate de catálogo, es decir, si antes los esfuerzos del cultivo se centraban en la cantidad y la duración del producto, ahora se centran en el aspecto. Así las multinacionales productoras contratan a ingenieros agrícolas especializados en genética y se centraron en desarrollar distintas variantes con aspectos más atractivos, por ejemplo, los Daniela, los tomates Cherry, hasta hay tomates patentados como el Kumato, etc…..
El contenido del tomate es un 90% de agua y un 10% de azúcares, ácidos y otros componentes, éstos últimos son los que determinan su sabor, y puedo pronosticaros que al ritmo vertiginoso que avanza la ciencia los tomates de laboratorio con sabor, llegarán… No obstante, he de recomendar que el tomate como todo producto horto-frutícola debemos consumirlo preferentemente en su temporada. Lo que no quita que podamos agradecer al desarrollo de nuevas tecnologías y la adaptación de los lugares de cultivo, que se pueda conseguir este producto casi todo el año y de buena calidad, procurando que un profesional pueda aconsejarnos sobre cuál es el más conveniente para su consumo según la producción.
Sigmund Freud afirmo que la felicidad es el cumplimiento de los sueños de la infancia; pero los recuerdos de la infancia no se pueden crear en una fabrica.
De la fruteria a tu casa
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